Dicen que a veces es mejor ser hipócrita, no ser tan sincero y dejar de decirle a la gente lo que verdaderamente piensas o haces; es verdad, puede que funcione como tal vez no; pero yo no soy así, trato de decir las cosas como son, quizás soy muy impulsivo pero siempre me dejo llevar por el corazón a veces cuando reclamo cosas las digo con tanto sentimiento que es inevitable que se me caigan un par de lagrimas.
Lo que pasa es que el otro día tuve una entrevista personal para ver si me aceptaban a un programa de una universidad que no voy a decir el nombre, me acuerdo que me habían programado para las 6pm , llegue 3 minutos tarde ya que a esa hora recién salgo de mi trabajo y cuando llegue un señor de avanzada edad me esperaba en su escritorio, lo primero que hice fue analizarlo, lo salude con respeto y me ofreció tomar asiento; hasta ahí todo bien, fue entonces que mis niveles de sinceridad y honestidad se elevaron al máximo es como si al momento de saludarlo su mano me hubiera transmitido una descarga de franqueza tan alto que me sentía mareado.
Me hizo la primera pregunta: “Porque decidiste por esta universidad?” yo le respondí que por sus flexibilidad de horarios y porque estaba cerca a mi casa (si lo sé demasiado sincero) y me pregunto: “Nada mas por eso?” y le dije: “Si”, me imagino que él esperaba que le dijera que era la mejor universidad del mundo que en realidad estaba pensando en postular a HARDVARD pero que mil veces prefiero su universidad porque al tener profesores tan destacados como él me motiva a prepararme para un mejor su futuro, pues no! No le iba a decir eso, no podía mentir, quería ser sincero en eso sentí un ambiente frio como si toda la bondad que había al comienzo se hubiera transformado en incomodidad fue entonces que me sentí más relajado y me senté mas cómodo en la silla; en eso volvió con la siguiente pregunta: “Para que quieres estudiar , de que te va a servir seguir estos cursos?” por un momento pensé “este soquete me está bromeando o que?” como me va a preguntar eso, no sr. Quiero estudiar porque ya me aburrí de rascarme las bolas todo el día en mi casa así que voy a pagarle a una universidad para que todo el mundo me vea rascándome las bolas en un salón de clases; pero me controle y le dije que era para adquirir conocimientos y poder emplearlos en mi trabajo; por lo menos iba bien la entrevista (eso pensé) hasta que me dijo que como me vería en 5 años, y le respondí que lo que quiero tener es una tienda de ropa fue entonces que vi como un brillo le salían de sus ojitos orientales; y me pregunto a que segmento iba ir orientado, cuanto iba a ser el costo de producción, como veía el mercado en un futuro; fue entonces que pensé “este chino pelotudo esta con ganas de joder o que?”, le respondí cada pregunta con fundamento, con ejemplos pero lo curioso era que por cada respuesta que daba el resaltaba solo lo malo, no me ayudaba a encontrarle solución al problema.
La conversación se torno tensa, áspera; parecía un padre diciéndole a su hijo que los fines de semana llegue más temprano mientras que el hijo le explicaba sus razones y su posición de no querer acatar las órdenes, entonces el me dijo “veo que tienes bastante confianza en que va a funcionar” y yo le dije que si obviamente me daba ganas de decirle “no, la verdad no tengo fe y soy un maldito loco que quiera gastar su dinero en proyectos que sabe que no van a funcionar” pero le dije sus verdades, esto ya no era una entrevista, esto era un oportunidad de defenderme ante alguien que buscaba todo lo malo en mis ideas, hasta que le dije que seguramente el no era un buen inversionista pero que se le entendía; fue en ese momento que me acorde que la entrevista tenía el mismo peso que el examen y que me estaba suicidando academicamente; no me importo, tenía que hacerlo entrar en razón hasta que vio su reloj y me dijo “creo que nos pasamos de tiempo, muchas gracias” en realidad me fui contento defendí mi posición, no le chupe las bolas a nadie y fui el ser más sincero del mundo; lo más gracioso fue ver que misteriosamente era el único al que había jalado, ok había perdido la batalla mas no la guerra; no me arrepentí de haberle dicho sus verdades pero si me arrepentí de haber ido borracho al examen parcial, pero felizmente aprobé con lo justo y necesario.
Al final ingrese a su estúpido programa, claro está que no tuve una nota tan alta pero entre con la satisfacción de no mentirle a nadie, siendo sincero y honesto; algunos dicen que fue suerte pero yo creo que siempre existe una justicia divina y aprendí una lección: si quieres ser aceptado en un grupo social, en una universidad o donde te entrevisten siempre pero siempre sé el mas hipócrita y no le digas a la gente lo que piensas porque a veces lo toman a mal, píntales la realidad que ellos ven así tu sepas que no existe, ellos van a disfrutar escucharlo y ventajosamente te evaluaran bien y no como a mí que me pusieron un 07 de pura sinceridad, dirán que estoy loco pero fue la primera vez que me esforcé en sacar la peor nota de todos.